jeudi, octobre 26, 2006

Contemplación


Hoy fue un buen día. Por muchas razones, pero evoco en este momento una razón en particular, que le dio su sello. Estoy de pronto haciendo hora, y entro a un parque a pasear. Corre un viento helado, reina ese frío que tienen los parques invernales, sólo comparable a su frescor en verano. Es un parque que he recorrido otra veces, su gran laguna navegable, su perspectiva de anfiteatro… pero esta vez mis pasos me encaminan simplemente a un rincón tranquilo, a un banco (un banc public como los de Brassens), y desde él veo una hermosa escena. Entré en ese estado en que uno siente a la mente, a los sentidos, a punto de tomar conciencia. Veo los árboles, algunos con decolorados follajes amarillentos de otoño, otros con su follaje siempreverde, oscuro. Veo una gran pradera, y alguien que corta el pasto con una especie de cortadora-auto, que sigue el contorno de una figura en la hierba, que con cada vuelta a su perímetro, va disminuyendo. Veo su quehacer con agrado, y creo sentir su agrado zen al hacerlo… Veo un grupo de niños que corre guiado por su profesora, que atraviesan la pradera envueltos en risas, en carreras, en energía. Veo parejas que recorren los senderos, madres con sus coches. Veo los grandes cuervos registrando la basura. Cual pintor paisajista, enmarco la vista que se me ofrece, le doy su punto de interés, gravo los colores, las formas, las especies de árboles, el sonido del viento…

Los árboles. Me traen tantos recuerdos los árboles. Los de la infancia, aquellos de mi jardín. Los de los bosques. Todos aquellos que nacieron a mi vista en mis años de estudio, cuando distinguir sus nombres me emocionaba… cuando los dibujaba, los leía, los aprehendía. Cuando veía, como hoy, los parques como un reino de sensaciones, seres, sonidos y belleza que me vivificaba. Hoy recordé esa sabia contemplación, -que emociona, entonces como ahora-, de esa naturaleza simple que nos rodea, que nos conversa al oído, y nos recuerda lo que es la vida. Así de bella, así simple.

Dicen que los japoneses se dan cita para ir a pasear pos los parques y jardines, cuando hay cambios de estación. Así, en silencio. Creo que debo recuperar viejos nuevos hábitos…

(Fotos en le Bois de Vincennes, mayo 2006... sus colores están en la imaginación... los ven?)

lundi, octobre 23, 2006

29


...Hoy es un cumpleaños.
Ellos fuman cigarros.
Ella tiene una cadena de flores.
Y siembra pajaros en sus pantalones...

"BIRTHDAY" - THE SUGARCUBES



Merci à tous!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

(Foto: en el bar Le Babel, 20 octubre 2006)

samedi, octobre 14, 2006

Bilan (balance)

"... detrás de mis pasos suenan pasos del tamaño del infinito..."
Fernando Pessoa
"La vie est une remise en question éternelle..." (la vida es un eterno recuestionarse)
Kim-Khôi Ngo, mi profe de Tai-chi



En el septiembre que viene de pasar se cumplieron dos años desde que comencé esta aventura aterrizando en París. Entonces la perspectiva de cuatro años de estancia en estas tierras me parecía insoportable, aterradora, demasiado… Pues bien, ahora estoy en la mitad del camino, ya quedan dos añitos de beca, es decir, de estancia segura. Y el tiempo va en veloz cuenta regresiva...

Me detengo entonces a hacer un balance. Miro hacia atrás el primer trayecto recorrido, y veo ese primer año negro y el año en blanco que le sucedió.
El primer año fue una sacudida a la vida grado siete en la escala de Richter... Encontrarme de frente con el dolor de la soledad, de la carencia en todo el sentido de la palabra. Unos primeros meses de perdida nebulosa, sintiéndome nula de la mañana a la noche, por días y días. Aislada por el idioma, aislada en el silencio, aislada de nostalgia, aislada por convicción. Como escribía entonces: “…ajena en cada rincón, añorando cada signo del otro lado del atlánticosiempre en paso, huyendo de la traza de la permanencia…” Ese no encajar porque en el fondo no se quiere ser parte. Y de a poco el ir pisando cada vez más firme, el descubrir nuevos rostros amigos, y nuevas voces en mí. Recuerdo ahora unos meses de estresante redacción en otro idioma, insegura hasta de mi escritura que había sido siempre mi aliada. Y la guinda de la torta, el quiebre de ese corazón “virgen de amor adolescente” que traía en mi maleta... Todas las certitudes se desvanecieron, mi orgullo descendió hasta casi (casi) extinguirse, recordándome lo precario de la existencia humana: una gran lección de humildad...

Vino después una pausa de retorno a Chile, a un Chile aún cercano, pero ya medio lejano, para descubrir y convencerme de que mi vida en este momento era y tenía que ser Paris. Que inconscientemente, y como todo sucede por algo -como siempre digo-, mis pasos se habían encaminado solos hasta aquí, alejándome de lo que debía extinguirse, y llevándome a todo aquello que me esperaba y espera. Tout faisait sens maintenant… y parecía lo justo. Había vivido un primer año aquí casi sin aterrizar; ahora debía comenzar a echar raíces (adventicias)...
Volver entonces con convencimiento, a esta nueva vida parisina que elegí -o me eligió-, y pasar un año en el trance de asimilarlo. Un año en blanco, en pausa. El ritmo de trabajo que venía siguiendo hace años bajó a cero, y surgieron todos los cuestionamientos vocacionales y vitales propios de este nuevo descubrimiento. Un tiempo de terminar de procesar muchas verdades, de terminar de fortalecerse. No parar de conocer y conocerse (o reconocerse). En fin, de retomarse la propia pista. Y devorar los días, escapar en sueños, en viajes, en escritura, en música. Permitirse todo, malcriarse un año. Llorar, reír. Pensar y divagar. Sentir el pecho y la conciencia crecer. Dejar decantar los sentimientos, dejar brotar lo que brotaba. Palpar mi nueva presencia en el mundo. Respirar...
Hoy al observar hacia atrás estos años, no puedo dejar de agradecer lo afortunada que soy. Afortunada por haber tenido la oportunidad de recomenzar la vida desde cero y redescubrirme o reinventarme en el proceso; por haberme lanzado libre a lo desconocido en otros mundos y en mí; por poder cuestionármelo aún todo, cada día; por haber comprendido aquello que para mí realmente importa. [(Y todo esto con el gentil auspicio del gobierno de Chile!)]. Estos años de mi vida son un regalo. Ellos han sido y serán maravillosos y fundamentales en mi existencia, lo (pre) siento así.

Ahora comienza el tercer año. Y el cuerpo, los sentidos, vuelven a la carga del trabajo, reaparece el deseo de producir, y claro, il le faut bien, para armar en el tiempo que queda la tesis (!). La famosa tesis, que ya me está secreteando frases seductoras al oído (si, voy por ti nena, no te asustes). Por estos días las metas se redefinen, el tiempo se organiza con una nueva seguridad. A toda máquina voy recalibrando ese delicioso desajuste entre la planificación y la voz autónoma del destino. Sigo en la corriente loca de los días, pero esta vez tomando su pulso de cerca, y sujetando sus riendas. Mi voz es más firme, mis pasos también. Ya me siento a ratos una parisina, una chilena parisina que aprende del mundo. Que sigue caminando, que sigue andando…
Y esta historia continuará…

(Foto: 'vuelo', octubre 2006)


mardi, octobre 03, 2006

El verano que se fue...

Hace una semana ya que cruzamos el equinoccio y comenzó el otoño acá en el hemisferio norte. Y ya esta semana comenzaron los días fríos, las despertadas en gris, y los anocheceres que llegan deprisa….


Yo me quedo con el silencio reconfortante del verano que se fue… me quedo con el sonido de las risas, de alguna música, y con una imagen de atardecer…

mágica luz de Cadaqués... julio 2006

Y, presa de esta nostalgia que suele habitarme, retengo una vez más los recuerdos que deja esta versión memorable de la estación al irse… las imágenes que evoca su tiempo de luz, los lindos viajes, los gratos encuentros, las nuevas sorpresas, los paisajes, esos rostros amigos que me hacen feliz en este rincón del mundo…

...Por aquí vuelven a pasar las 4 solteras haciendo baby-sitting en Colonia… entre risas de niños, y bares nocturnos, entre vaso y vaso de cerveza (en la medida de 20 cc tradicional de Köln!), en medio de la furia de ese fin de semana de la final del mundial…

...Y enseguida la regalona en Castelldefels: reencontrar los queridos amigos de Barcelona… Barcelona y su calor, su música, su marcha y su color… ; el mediterráneo, su luz y magia deliciosa, el mecerse en sus olas…; las bellas Sitges y Tarragona; y los 5 amigos explorando las tierras de Dalí… el genio en Figueras, el encanto de su Cadaqués con el imprinting de su luz. Mi corazón quedó cautivado por ese atardecer, por ese puerto, por ese rinconcito planetario…

...Y de nuevo Paris, siempre Paris, bella, cariñosa y radiante en verano. Su sol y sus lluvias locas a destiempo. La transformación de la gente, la alegría, las tardes de picnic, los conciertos y el cine al aire libre, todos gratis y geniales, las flores de los parques… el tiempo dulce que vi transcurrir desde mi buhardilla…

El sol se va de viaje por 6 meses, para reencontrarnos de nuevo otra vez, cuando otro ciclo cierre su curso. Por mientras y desde ya comienzo mi hibernación junto al trabajo que me espera, me encierro a producir! ... No sin antes despedir este otro verano que se fue, reteniendo su sabor a mar y canto entre los labios, o como dice el poeta Teillier “…atrapar una plumilla de cardo para detener la huída de toda una estación…”

Navegando en un parque de Colonia... julio 2006

La tradicional cerveza Früh... julio 2006

Köln's bar et les filles... julio 2006

Deutschland en mundial... julio 2006

Plaza España, BCN... julio 2006

Las fuentes mágicas, BCN... julio 2006

Platja de Castelldefels... julio 2006

Syl medita en Cadaqués... julio 2006

Los huevos de Dalí, Museu de Figueras... julio 2006

Parc floral de Vincennes... julio 2006

Concierto (Eliades Ochoa) à la Villette... julio 2006

Tarde de verano... agosto 2006

dimanche, octobre 01, 2006

Actividad social


En la muchedumbre, incomodada,
la invitada de los cumpleaños infantiles
agradece los rostros amables
que la libran del pesar de su desempeño social.

(¿por qué la timidez es siempre un rasgo que incomoda, que violenta a la gente?)

Gracias J., gracias M.



(Foto: soirée, septiembre 2006)