samedi, octobre 14, 2006

Bilan (balance)

"... detrás de mis pasos suenan pasos del tamaño del infinito..."
Fernando Pessoa
"La vie est une remise en question éternelle..." (la vida es un eterno recuestionarse)
Kim-Khôi Ngo, mi profe de Tai-chi



En el septiembre que viene de pasar se cumplieron dos años desde que comencé esta aventura aterrizando en París. Entonces la perspectiva de cuatro años de estancia en estas tierras me parecía insoportable, aterradora, demasiado… Pues bien, ahora estoy en la mitad del camino, ya quedan dos añitos de beca, es decir, de estancia segura. Y el tiempo va en veloz cuenta regresiva...

Me detengo entonces a hacer un balance. Miro hacia atrás el primer trayecto recorrido, y veo ese primer año negro y el año en blanco que le sucedió.
El primer año fue una sacudida a la vida grado siete en la escala de Richter... Encontrarme de frente con el dolor de la soledad, de la carencia en todo el sentido de la palabra. Unos primeros meses de perdida nebulosa, sintiéndome nula de la mañana a la noche, por días y días. Aislada por el idioma, aislada en el silencio, aislada de nostalgia, aislada por convicción. Como escribía entonces: “…ajena en cada rincón, añorando cada signo del otro lado del atlánticosiempre en paso, huyendo de la traza de la permanencia…” Ese no encajar porque en el fondo no se quiere ser parte. Y de a poco el ir pisando cada vez más firme, el descubrir nuevos rostros amigos, y nuevas voces en mí. Recuerdo ahora unos meses de estresante redacción en otro idioma, insegura hasta de mi escritura que había sido siempre mi aliada. Y la guinda de la torta, el quiebre de ese corazón “virgen de amor adolescente” que traía en mi maleta... Todas las certitudes se desvanecieron, mi orgullo descendió hasta casi (casi) extinguirse, recordándome lo precario de la existencia humana: una gran lección de humildad...

Vino después una pausa de retorno a Chile, a un Chile aún cercano, pero ya medio lejano, para descubrir y convencerme de que mi vida en este momento era y tenía que ser Paris. Que inconscientemente, y como todo sucede por algo -como siempre digo-, mis pasos se habían encaminado solos hasta aquí, alejándome de lo que debía extinguirse, y llevándome a todo aquello que me esperaba y espera. Tout faisait sens maintenant… y parecía lo justo. Había vivido un primer año aquí casi sin aterrizar; ahora debía comenzar a echar raíces (adventicias)...
Volver entonces con convencimiento, a esta nueva vida parisina que elegí -o me eligió-, y pasar un año en el trance de asimilarlo. Un año en blanco, en pausa. El ritmo de trabajo que venía siguiendo hace años bajó a cero, y surgieron todos los cuestionamientos vocacionales y vitales propios de este nuevo descubrimiento. Un tiempo de terminar de procesar muchas verdades, de terminar de fortalecerse. No parar de conocer y conocerse (o reconocerse). En fin, de retomarse la propia pista. Y devorar los días, escapar en sueños, en viajes, en escritura, en música. Permitirse todo, malcriarse un año. Llorar, reír. Pensar y divagar. Sentir el pecho y la conciencia crecer. Dejar decantar los sentimientos, dejar brotar lo que brotaba. Palpar mi nueva presencia en el mundo. Respirar...
Hoy al observar hacia atrás estos años, no puedo dejar de agradecer lo afortunada que soy. Afortunada por haber tenido la oportunidad de recomenzar la vida desde cero y redescubrirme o reinventarme en el proceso; por haberme lanzado libre a lo desconocido en otros mundos y en mí; por poder cuestionármelo aún todo, cada día; por haber comprendido aquello que para mí realmente importa. [(Y todo esto con el gentil auspicio del gobierno de Chile!)]. Estos años de mi vida son un regalo. Ellos han sido y serán maravillosos y fundamentales en mi existencia, lo (pre) siento así.

Ahora comienza el tercer año. Y el cuerpo, los sentidos, vuelven a la carga del trabajo, reaparece el deseo de producir, y claro, il le faut bien, para armar en el tiempo que queda la tesis (!). La famosa tesis, que ya me está secreteando frases seductoras al oído (si, voy por ti nena, no te asustes). Por estos días las metas se redefinen, el tiempo se organiza con una nueva seguridad. A toda máquina voy recalibrando ese delicioso desajuste entre la planificación y la voz autónoma del destino. Sigo en la corriente loca de los días, pero esta vez tomando su pulso de cerca, y sujetando sus riendas. Mi voz es más firme, mis pasos también. Ya me siento a ratos una parisina, una chilena parisina que aprende del mundo. Que sigue caminando, que sigue andando…
Y esta historia continuará…

(Foto: 'vuelo', octubre 2006)


6 Comments:

Blogger ignatiusmismo said...

Desearía estar ahí contigo. Es una ciudad única, a pesar de los franceses.

14 octobre, 2006  
Blogger Estepario said...

puedo reconocer algunos de los semntimientos, es dificil, pero me alegra saber que cada dia te sientes mejor.

Lo que es yo estoy bien en Chile y sin muchas ganar de viajar, jejej

y dijiste la palabra prohibida para mi por estos tiempos, "tesis", uf, a mi nisiquiera me ha hablado.

15 octobre, 2006  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Una interesante crónica de tu experiencia. Me puedo imaginar cómo fue, Y también que has salido muy reforzada de estos dos años. Y que tu producción será estupenda. Saludos cordiales.

18 octobre, 2006  
Blogger Chamila Rodríguez ACTRIZ said...

...te leo niña viajera...



...y me introduces en un mundo de lucha, lucha viva...



Linda hitoria y te acompaño con rayitos de Sol primaveral.
Cariños y miles.

22 octobre, 2006  
Blogger viajebeat said...

Solo se puede decir gracias a la vida que me a dado tanto, no?.
Cada día que pasa, estemos donde estemos, se puede ver como un gran y hermoso regalo.
Lo bailado y lo tomado no nos lo puede quitar nadie, así es que salud, por tu buena salud, tus palabras sinceras me recuerdan lo tanto que me gusta viajar.

22 octobre, 2006  
Blogger Claullitriche said...

Gracias a las cálidas visitas!

Ignatiusmismo, si, una ciudad maravillosa, muuuy a pesar de los franceses, o más bien de los parisinos ;)... (aunque tratemos de definir lo que es un "parisino" ?!)

Estepario, gracias por tus palabras... suerte en Chile y bueno, la 'ñora' T aparecerá cuando sea el momento, como todo en la vida, no?

Isabel romana, gracias por la visita y los saludos amistosos... y que grata sorpresa asomarse a tu Roma virtual!; seas bienvenida a estas andanzas...

Chamila, niña del hogar, gracias por los rayos de sol, un beso de la "niña viajera"

Y pues si viajebeat, gracias a la vida, y gracias al poder estar despiertos y conscientes de esta suerte que es la existencia... muchos sueños de viaje!

23 octobre, 2006  

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