vendredi, septembre 01, 2006

Más añoranza... (de la buena)


Recibí hoy esta foto desde el pasado lejano. Valdivia, a los 17 años. Entonces comencé mi viaje, mis andanzas. El mundo se abría para mi pecho abierto de par en par. Por ahí cantaban “hubo un tiempo en que fui hermoso, y fui libre de verdad…”. Ese era el momento, si es que ese tiempo alguna vez pasó (cosa que me pregunto seriamente)…

Fue un gran viaje. Con la primera de mis familias de amigos. Éramos 7. Cantábamos a Mano Negra: “escuche familia!”. Vivimos en una cabaña en las lomas del volcán Villarrica, hacíamos asado al disco y tomábamos agüita de boldo, con hojas del boldo del jardín. Escribíamos una bitácora del viaje, mirábamos las estrellas cada noche, reíamos sin parar y volábamos. Era la inocencia y la pureza que nos rodeaban, era el sueño que empezaba a forjarse…

Un día partimos con una carpa al hombro y sin un peso. A dedo llegamos a Valdivia y hasta Osorno!... la magia nos mantuvo protegidos, y hasta encontramos un ángel (un ángel mormón a todo esto) que nos ofreció techo y comida, simplemente porque leyó la candidez de nuestras miradas.

En fin, nuestros viajes siguieron (hasta el desierto!). Nuestras mágicas y alucinantes aventuras (literalmente) nos siguieron formando, uniendo, descubriendo. Y esas voces nunca me han abandonado. Ya no había vuelta atrás: ese encuentro determinó mi marcha hasta donde estoy hoy. Vendrían nuvas rutas, nuevos compañeros de viaje igualmente esenciales, nuevas enseñanzas. Pero la percepción ya estaba formada (o desformada). Entre esos amigos despertó por primera vez mi alucinación por el mundo, por la belleza que nos rodea… se me abrieron los poros para sentir al río, a las aves, a las flores… Y descubrí que mi destino sería seguir las rutas del alma, los caminos hacia lo profundo de nuestras mentes y corazones. El crecer, el viajar, el amar, el fundirse, el expandirse…

A la pequeña Rosa de mi jardín y al Hermano de la tierna infancia los llevo en el puño de mi corazón, por esa época en que fuimos uno (“la Rosita son tres” como decía el Eduardo)… para ellos son mis sueños de eternidad…

(Foto: Valdivia, algún momento del año 1995. La debe haber tomado la Fresa. Gracias a Pablito por recuperarla del baúl de los recuerdos...)

4 Comments:

Blogger Matías Correa said...

Qué buena foto! Ojala vuelvan momentos como ese....
Rosita...

01 septembre, 2006  
Blogger Pavivina said...

Qué linda foto, nunca olvides esas cosas, le dan sabor a la vida

01 septembre, 2006  
Blogger Chamila Rodríguez ACTRIZ said...

...y la memoria que nos invita a viajar...


Cariños por esos recuerdos...

03 septembre, 2006  
Anonymous Anonyme said...

Claudita ¡¡

que alegría ver como le pones el valor que se merece a esas imagenes..

eres maxima chapulina, me quedo sin palabras
te quiero mucho
tu amigo pablo de siempre

25 septembre, 2006  

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